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Tres prácticas fundamentales para un periodista de investigación contemporáneo

El periodismo es por definición investigativo. Sin embargo, gracias a la evolución que ha tenido Internet en la última década, se han multiplicado –en calado y alcance — las posibilidades de revelar y sacar a la luz irregularidades de interés público.

Hoy en día es posible verificar hechos y discursos más allá de las fronteras, dado que gran parte de la información se puede buscar globalmente. Usando programas que procesan millones de datos, el periodista puede identificar patrones delictivos o prácticas comerciales abusivas en cuestión de minutos. Un trabajo de coordinación mundial de investigación periodística clasificó una filtración de millones de documentos y pudo extraer la información necesaria para destapar una trama de negocios ilícitos de ámbito mundial. Ha habido un crecimiento exponencial de información disponible públicamente en redes sociales, mientras una mayor cantidad de gobiernos han abierto sus bases de datos al público. Así mismo se han multiplicado las herramientas disponibles, la mayoría de ellas gratuitas, que permiten el fácil reconocimiento de las imágenes, el mapeo de datos, la geolocalización, entre otras aplicaciones que permiten investigar sistemáticamente las fuentes abiertas de acceso público. Todo esto hace que sea posible que cualquier ciudadano con un computador o un teléfono móvil inteligente, un entrenamiento especializado y una buena intuición pueda denunciar las mentiras que se esconden detrás de las guerras. Las aplicaciones y el software gratuitos hacen que sea fácil para los periodistas que investigan un tema de interés público relacionar un nombre con un teléfono en muchas partes del mundo o seguir el rastro de los movimientos de los delincuentes al enlazar los nombres de usuario con puntos geográficos.

Por supuesto, los periodistas aún tienen que realizar la tediosa labor de búsqueda de pistas y el reporteo en la calle; deben cultivar fuentes y no soltar sus historias hasta que estas develen una verdad completa. Deben ser valientes para resistir las presiones poderosas para que se den por vencidos en sus búsquedas, incluso cuando crean que no las pueden ya aguantar. Sin embargo, para ser un auténtico periodista de investigación hoy en día, y hacerle frente a los retos que plantean la globalización y la creciente sofisticación del crimen, la corrupción y la depredación del medio ambiente, entre otros males, resulta indispensable afinar la vieja filosofía asumiendo en su tarea cotidiana tres nuevas prácticas: ser abiertos, sistemáticos y prestar atención a la seguridad.

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Ser «abiertos» significa investigar más allá de las fronteras del país. Si bien es cierto que la mayoría de las personas prefiere las noticias locales, encontrar elementos que las enlacen con el mundo exterior mejorará su calidad, pues se podrán verificar y contrastar ampliamente los hechos. Por lo tanto, si una reportera descubre que una empresa está contaminando un río de su país, podría acudir a recursos internacionales como el Investigative Dashboard del Proyecto de Periodismo de investigación sobre el Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés) o el Corporate Watch de la Oficina de Periodismo de Investigación (Bureau of Investigative Journalism). De ese modo, ella podría saber, por ejemplo, si esa empresa es propiedad de un grupo industrial identificado con las mismas malas prácticas de protección del medio ambiente en otros sitios.

A menudo, una historia es demasiado peligrosa o compleja para un solo periodista. Por lo que ser «abiertos» también significa colaborar, incluso con compañeros de otros medios de la competencia. Es más, implica que los periodistas de investigación tienen que trabajar con expertos de otras profesiones, que es en parte lo que intentan hacer, por ejemplo, Finance Uncovered y Thompson-Reuters con su proyecto de investigación sobre la financiación ilícita en África en sus indagaciones transfronterizas.

Ser «sistemáticos» requiere experticia en el uso de herramientas y de software para extraer datos y limpiarlos, para organizarlos y visualizarlos de manera que las cifras puedan contar una historia. Esto es lo que India Spend hace tan bien para explicar, entre otros temas, la enorme cantidad de personas acusadas que pasan meses en las cárceles de India esperando un juicio, o lo que hace el Centro para el periodismo de investigación de Filipinas para elaborar los perfiles de los candidatos a las elecciones generales de este año. La GIJN (Global Investigative Journalism Network) cuenta entre sus muchos recursos para periodistas de investigación con una completa lista de herramientas para aquellos que quieran iniciarse en el periodismo de datos.

Existe otro aspecto a tener en cuenta cuando te dedicas al periodismo de investigación de forma sistemática. Tiene que ver con el modo en el que se busca la información de forma eficaz como, por ejemplo, tener a mano una plantilla para solicitar continuamente información pública e incluso invitar a los lectores a usarla, como hace Atlatszo.hu. Este tipo de periodismo de investigación también puede animar de forma sistemática al público en general para que ayuden a completar las investigaciones, aportando datos, documentos, fotos, tal y como hace OCCRP con sus OCCRP Leaks. Finalmente, los periodistas deben ser sistemáticos al llevar a cabo la búsqueda de información. Existen sitios web que ayudan a conectar un dominio con un nombre, o a consultar la actividad en redes sociales que está teniendo lugar en una ubicación concreta. Paul Myers explica estas y otras muchas herramientas y recursos en su página Research Clinic.

El tercer elemento que un periodista de investigación debe incluir en su rutina diaria es la seguridad: física, jurídica y digital. Protegerse a sí mismo, proteger los datos y las fuentes en el mundo digital es obligatorio y hay muchas herramientas fáciles de usar y tutoriales que pueden orientar a los periodistas, como la página web de Tactical Tech, llena de recursos tecnológicos tácticos. La seguridad física y la protección jurídica son hábitos de vital importancia. (Más abajo podrá consultar una lista de recursos y organizaciones que ofrecen asesoramiento y apoyo en temas de seguridad para periodistas).

Las herramientas de búsqueda, el alcance internacional y la gestión eficaz de enormes bases de datos hacen sin duda que el periodismo de investigación en la actualidad sea capaz de llegar más lejos y escavar con mayor profundidad, cuando intenta develar abusos cada vez más invisibles y complejos. En efecto, para poder aprovechar este potencial que les ofrece la era digital, los periodistas tienen que dominar las nuevas herramientas y convertirlas en parte de su práctica periodística diaria. Aun así, hay que mantener los pies sobre la tierra, pues a pesar de todo el ingenio de las nuevas herramientas digitales, el periodismo de investigación exige, hoy como antes, contar una buena historia acerca de un daño que se le esté haciendo al bien público y que alguien quiera mantener oculto, y que ésta sea fiel a los hechos y que sea justa y balanceada. Y ese ejercicio no se ha vuelto más fácil!

 

Fonte: OSF Journalism

Por: María Teresa Ronderos

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