
Dictadura en Brasil: la historia de un país sin justicia
El 24 de marzo la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) instó a Brasil a reiniciar la investigación sobre las muertes durante la dictadura militar (1964-1985), y lo culpó de “falta de investigación y de juicios a los responsables de la tortura y del asesinato del periodista Vladimir Herzog”.
MARINA PALEO
DE BUENOS AIRES
DOI-CODI citó a Vladimir Herzog para interrogarlo sobre sus vínculos con el Partido Comunista Brasileño. DOI-CODI fue un organismo de inteligencia del ejército creado apenas comenzó la dictadura: interrogaban, perseguían y asesinaban a personas que podían atentar contra la integridad del régimen.
Los cuarteles brasileños en que los militares se alojaban y tenían prisioneros son similares a la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina.Detenido sin orden judicial, torturado y ejecutado: su muerte es un crimen de lesa humanidad sin ninguna duda. El ejército sostuvo como versión oficial que “se suicidó”. El año siguiente, la justicia militar archivó la causa de Herzog: Clarice, la esposa del periodista, busca que se lo declare al Estado brasileño culpable por la muerte de su esposo.
Se le otorgó amnistía a todos los crímenes políticos practicos por agentes del Estado entre el año 1961 y 1979 por medio de la Ley No. 6.683 o Ley de Amnistía. Gracias a esta ley, las personas exiliadas pudieron retornar a Brasil. No obstante, esta ley no excluye el deber de investigar.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos
Brasil violó los Artículos 2, 8 y 25 de la Convención Americana:

La República Federativa de Brasil incumplió su obligación de adecuar su derecho interno (Ley de Amnistía) a la Convención.

Infringió los derechos a las garantías judiciales.

Violó el derecho a la protección judicial.
La dictadura, que duró 21 años, dejó claras consecuencias. El sufrimiento de la familia Herzog fue reconocido por CIDH ya que fue vulnerado el Artículo 5.1 de la Convención Americana:
¿Cuántos desaparecidos hay en total?

Foto Reprodução/G1
Para el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura (CAT), la más grave violación de los derechos humanos se dió durante las dictaduras militares. Este es un período que no puede ser sustraído de la historia.
Los sobrevivientes que fueron capaces de contar lo sucedido, tanto en Brasil como en Argentina, explican los mismos métodos de tortura: shock eléctrico, cabeza encapuchada, golpes y tortura psicológica, humillación. Eran encerrados como prisioneros en lugares sin ventilación y sin luz: fue despreciada la dignidad humana.
Aunque las autoridades déspotas de Brasil nieguen la tortura, las víctimas llevan la verdad en las cicatrices de su cuerpo.
MARINA MATTEAZZI es una estudiante de periodismo que está participando de “Jornalismo sem Fronteiras”, que lleva a periodistas y estudiantes de comunicación a Buenos Aires durante 10 días para que trabajen como corresponsales internacionales.