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#LenguajeParaTodes: por un lenguaje más inclusivo

[:pb]En la Argentina surgió el debate a través de las redes sobre el uso de la lengua española y su componente sexista. La campaña por un lenguaje inclusivo ofreció una alternativa para dejar de discriminar a las personas en un momento donde la desigualdad de género ya no puede esconderse más.

AGUSTINA PARISE

DE BUENOS AIRES

El 12 de junio varios móviles y noteros se acercaron a la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. Los estudiantes de la escuela se habían juntado en asamblea y decidieron por unanimidad cerrar la escuela para apoyar el Proyecto de Ley de aborto legal, que en ese entonces se estaba debatiendo en la Cámara de Diputados. Natalia, la vicepresidente del centro de estudiantes de la escuela, se acercó con un pañuelo verde alrededor de su cuello preparada para defender su causa. Sin embargo, los periodistas no se impresionaron por sus argumentos, sino por su peculiar manera de hablar. En vez de decir “algunos o algunas”, decía “algunes”, y en lugar de decir “diputados o diputadas” hablaba de “todes les diputades…”. Natalia no era la única estudiante que hablaba de esta manera. Varios de los chicos entrevistados también cambiaban las “a” o las “o” de las palabras por una “e”.

Este suceso fue el resultado de un movimiento que de a poco ha ganado notoriedad en los últimos meses. Se trata de La campaña por un lenguaje inclusivo, que busca neutralizar el español para incluir todos los géneros cuando se habla en plural. Según las reglas de la lengua española, cuando se habla en plural se usa el genérico masculino sin importar la composición del colectivo al que se refiere. Para este movimiento esta es una forma de discriminar a las mujeres y a una parte de la comunidad LGBT que no tiene un género definido al ignorarlos.

El logo que simboliza está campaña. Créditos: campaña para un lenguaje inclusivo

Según Silvia Ramírez Gelbes, profesora y licenciada en Letras y doctora en Lingüística por la UBA, “lo que intenta está movida es visualizar algo que está pasando en la sociedad, que es que la mujer irrumpe en espacios públicos de manera notoria y siente que la lengua no acompaña esa irrupción”. Se podría observar como una consecuencia directa de todos los movimientos feministas que empezaron a salir a las calles y en las redes sociales pidiendo por los derechos de las mujeres a partir de #NiUnaMenos en 2015. Desde entonces, la mujer reclama más y más por una posición de igualdad frente al hombre hasta el punto de querer cambiar la lengua.

Al igual que esas movidas feministas, la campaña por un lenguaje inclusivo se hizo conocida a través de las redes. “Surgió por la iniciativa de un grupo de amigues que nos pareció que teníamos que darle un empuje al debate que se estaba dando en la sociedad sobre este tema- explica uno de los integrantes que iniciaron la campaña-. Un día nos juntamos en la casa de una y nos pusimos a pensar el nombre, la campaña, el hashtag. Ese día armamos las redes y los primero flyers”. Así fue como nació una movida que empezó el debate en los medios sociales y a la sociedad argentina.

La Argentina no es la única que se encuentra afectada por esta discusión. En muchos países surgieron varias campañas buscando un lenguaje que no sea sexista. En el caso de España, el mismo gobierno le pidió hace un par de días a la Real Academia Española (RAE), la más alta institución de la lengua hispana, que revise el lenguaje usado en la Constitución para cambiarla y hacerla más inclusiva. Según la vicepresidenta Carmen Calvo el masculino genérico en la Carta Magna “se corresponde a una sociedad de hace 40 años”.

La RAE no es la única que se preocupa por este tipo de movimientos. En distintos países con distintos lenguajes también ha surgido reclamos pidiendo por un cambio en el lenguaje que incluya a todos los géneros. En Francia en 2017 explotó la polémica cuando se difundió que el Gobierno había publicado un libro en 2015 para los alumnos de Educación Moral y Cívica de 3º de primaria donde se dirigía a ellos con un lenguaje no sexista. La Academia Francesa lo repudió rotundamente porque desnaturaliza el significado de las palabras, poniendo a la lengua francesa en “peligro mortal”. A partir de ahí, el Gobierno francés prohibió la publicación de cualquier documento oficial en lenguaje inclusivo.

No es el primer intento de cambiar el masculino genérico de nuestra lengua. Hace por lo menos una década que surgen distintas maneras de cambiar la o con otros símbolos para dejar de discriminar a las personas que no se identifican con el género masculino. Por ejemplo, se buscó intercambiar el masculino genérico con un @ o con una X en la escritura, pero a la hora de hablar se mantenían las formas habituales. Sin embargo, la mayoría de las personas no se acostumbraron a esas formas y pocos grupos lo siguen usando.

¿Pasará la lengua española a ser un lenguaje inclusivo? Todavía es pronto para deteminarlo. Según Ramírez Gelbes todavía es un “momento de mucha efervescencia en relación con el tema de género” y puede dar a la aparición de un neutro para los sustantivos que hacen distinción de género. Ella insiste que si ese cambio ocurre podría darse en el futuro por el acostumbramiento de las personas del neutro genérico de los sustantivos, lo que sería “el cambio más importante en la lengua española desde el momento en que se afianza la lengua”. Sin embargo, no cambiará de golpe, sino que el lenguaje inclusivo y el sexista convivirían por décadas, peleando en una pulseada donde uno se impondrá sobre el otro.

Crédito: Agustina Parise

AGUSTINA PARISE es una estudiante de periodismo que está participando de “Jornalismo sem Fronteiras”, que lleva a periodistas y estudiantes de comunicación a Buenos Aires durante 10 días para que trabajen como corresponsales internacionales.[:en]En la Argentina surgió el debate a través de las redes sobre el uso de la lengua española y su componente sexista. La campaña por un lenguaje inclusivo ofreció una alternativa para dejar de discriminar a las personas en un momento donde la desigualdad de género ya no puede esconderse más.

El 12 de junio varios móviles y noteros se acercaron a la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. Los estudiantes de la escuela se habían juntado en asamblea y decidieron por unanimidad cerrar la escuela para apoyar el Proyecto de Ley de aborto legal, que en ese entonces se estaba debatiendo en la Cámara de Diputados. Natalia, la vicepresidente del centro de estudiantes de la escuela, se acercó con un pañuelo verde alrededor de su cuello preparada para defender su causa. Sin embargo, los periodistas no se impresionaron por sus argumentos, sino por su peculiar manera de hablar. En vez de decir “algunos o algunas”, decía “algunes”, y en lugar de decir “diputados o diputadas” hablaba de “todes les diputades…”. Natalia no era la única estudiante que hablaba de esta manera. Varios de los chicos entrevistados también cambiaban las “a” o las “o” de las palabras por una “e”.

Este suceso fue el resultado de un movimiento que de a poco ha ganado notoriedad en los últimos meses. Se trata de La campaña por un lenguaje inclusivo, que busca neutralizar el español para incluir todos los géneros cuando se habla en plural. Según las reglas de la lengua española, cuando se habla en plural se usa el genérico masculino sin importar la composición del colectivo al que se refiere. Para este movimiento esta es una forma de discriminar a las mujeres y a una parte de la comunidad LGBT que no tiene un género definido al ignorarlos.

El logo que simboliza está campaña. Créditos: campaña para un lenguaje inclusivo

Según Silvia Ramírez Gelbes, profesora y licenciada en Letras y doctora en Lingüística por la UBA, “lo que intenta está movida es visualizar algo que está pasando en la sociedad, que es que la mujer irrumpe en espacios públicos de manera notoria y siente que la lengua no acompaña esa irrupción”. Se podría observar como una consecuencia directa de todos los movimientos feministas que empezaron a salir a las calles y en las redes sociales pidiendo por los derechos de las mujeres a partir de #NiUnaMenos en 2015. Desde entonces, la mujer reclama más y más por una posición de igualdad frente al hombre hasta el punto de querer cambiar la lengua.

Al igual que esas movidas feministas, la campaña por un lenguaje inclusivo se hizo conocida a través de las redes. “Surgió por la iniciativa de un grupo de amigues que nos pareció que teníamos que darle un empuje al debate que se estaba dando en la sociedad sobre este tema- explica uno de los integrantes que iniciaron la campaña-. Un día nos juntamos en la casa de una y nos pusimos a pensar el nombre, la campaña, el hashtag. Ese día armamos las redes y los primero flyers”. Así fue como nació una movida que empezó el debate en los medios sociales y a la sociedad argentina.

La Argentina no es la única que se encuentra afectada por esta discusión. En muchos países surgieron varias campañas buscando un lenguaje que no sea sexista. En el caso de España, el mismo gobierno le pidió hace un par de días a la Real Academia Española (RAE), la más alta institución de la lengua hispana, que revise el lenguaje usado en la Constitución para cambiarla y hacerla más inclusiva. Según la vicepresidenta Carmen Calvo el masculino genérico en la Carta Magna “se corresponde a una sociedad de hace 40 años”.

La RAE no es la única que se preocupa por este tipo de movimientos. En distintos países con distintos lenguajes también ha surgido reclamos pidiendo por un cambio en el lenguaje que incluya a todos los géneros. En Francia en 2017 explotó la polémica cuando se difundió que el Gobierno había publicado un libro en 2015 para los alumnos de Educación Moral y Cívica de 3º de primaria donde se dirigía a ellos con un lenguaje no sexista. La Academia Francesa lo repudió rotundamente porque desnaturaliza el significado de las palabras, poniendo a la lengua francesa en “peligro mortal”. A partir de ahí, el Gobierno francés prohibió la publicación de cualquier documento oficial en lenguaje inclusivo.

No es el primer intento de cambiar el masculino genérico de nuestra lengua. Hace por lo menos una década que surgen distintas maneras de cambiar la o con otros símbolos para dejar de discriminar a las personas que no se identifican con el género masculino. Por ejemplo, se buscó intercambiar el masculino genérico con un @ o con una X en la escritura, pero a la hora de hablar se mantenían las formas habituales. Sin embargo, la mayoría de las personas no se acostumbraron a esas formas y pocos grupos lo siguen usando.

¿Pasará la lengua española a ser un lenguaje inclusivo? Todavía es pronto para deteminarlo. Según Ramírez Gelbes todavía es un “momento de mucha efervescencia en relación con el tema de género” y puede dar a la aparición de un neutro para los sustantivos que hacen distinción de género. Ella insiste que si ese cambio ocurre podría darse en el futuro por el acostumbramiento de las personas del neutro genérico de los sustantivos, lo que sería “el cambio más importante en la lengua española desde el momento en que se afianza la lengua”. Sin embargo, no cambiará de golpe, sino que el lenguaje inclusivo y el sexista convivirían por décadas, peleando en una pulseada donde uno se impondrá sobre el otro.

Crédito: Agustina Parise

AGUSTINA PARISE es una estudiante de periodismo que está participando de “Jornalismo sem Fronteiras”, que lleva a periodistas y estudiantes de comunicación a Buenos Aires durante 10 días para que trabajen como corresponsales internacionales.[:]

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