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Así se hace un buen vídeo: diez consejos de una reportera del ‘New York Times’

Alexandra García durante una de las charlas del congreso de periodismo digital de Huesca./Foto ÁLVARO CALVO

Alexandra García trabaja en el departamento de vídeo del ‘New York Times’ desde 2013. La ficharon después de nueve años en el ‘Washington Post’ y otro becada de la Fundación Nieman en la Universidad de Harvard.

Alexandra nació en Colombia, pero sus padres se mudaron a Washington cuando ella tenía tres años. Habla español, aunque se disculpa a menudo por no haber querido practicarlo más con su padre, que siempre insistió en dirigirse a ella en español mientras ella le contestaba en inglés.

Es una de las 50 personas que trabajan ahora para el departamento de vídeos del ‘Times’ y ha filmado algunos de los más emocionantes. Al principio trabajaba sola en el rodaje del material. Ahora lo hace con al menos otra persona más. Trabaja con una cámara Canon c100, que hace vídeo y fotos.

De las conversaciones con ella y de sus dos charlas en el congreso de periodismo digital de Huesca, aquí van algunos consejos sobre cómo hacer bien el vídeo en un medio digital.

1. “Como no te tengas cuidado, acabarás haciendo televisión”.

Alexandra repite esta frase para alertar sobre el que considera uno de los errores más habituales en los medios digitales: imitar el lenguaje de la televisión. Por ejemplo, utilizar bustos parlantes, editar con unos pocos cortes de agencia y una locución o pensar que cualquier historia debe ir en vídeo. Sus comentarios coinciden con lo que aconseja en España Adriano Morán, de 93 Metros.

En algo tan cubierto como el Mundial de Fútbol de Brasil, el ‘Times’ encontró historias que sólo se podían contar en vídeo y de manera sencilla.

2. Haz vídeo sólo si tiene sentido.

Es decir, si responde bien al lema “no me lo cuentes, muéstramelo”.

Una de las grandes ventajas que tiene un medio digital es la capacidad de “escoger” el formato adecuado para cada historia. En el caso de las grandes nevadas de Nueva York, Alexandra preferiría, por ejemplo, ver un buen gráfico con la comparación de los años y los meses en lugar de la clásica crónica de texto que se repite muchas veces al año en una ciudad de inviernos duros. O en todo caso mostrar fotos muy extraordinarias como las de las olas heladas en la costa de Massachusetts este año. En cualquier caso, “hay que utilizar las herramientas de Internet”.

¿Cuándo merece la pena optar por el vídeo? Cuando se trata de entrevistar a alguien con mucha personalidad y energía al hablar, de mostrar algo con carga de emoción o de enseñar mucho movimiento. Lo más difícil es contar algo abstracto, relacionado con ideas en lugar de con personas o lugares, algo del pasado o algo con muchos datos (mejor evitar decir números en lugar de escribirlos). Incluso si se trata de una entrevista con un personaje especial, es mejor buscar la historia de la que habla. Por ejemplo, en la entrevista con Mariela Castro sobre su campaña a favor de los derechos gays, Alexandra se fue a buscar una pareja de transexuales para contar mejor una historia concreta.

3. No hagas piezas en vídeo de ‘breaking news’.

No suele merecer la pena en términos de tráfico ni de calidad periodística invertir tiempo y recursos en hacer piezas muy pegadas a la actualidad de un momento o un día. “Demasiado tiempo, demasiado recursos para algo que es relevante sólo dos horas”. La mayoría de los vídeos del ‘New York Times’ son relevantes durante años.

4. Haz segmentos fijos sobre ciencia y comida.

Son las secciones más fáciles de patrocinar para hacer una producción semanal.

5. Mira hacia lo menos visto.

En una historia tan visual y contada como la de las protestas de Ferguson en Misuri tras la muerte de Michael Brown, Alexandra se centró en contar la historia de la comunidad de manera diferente a los vídeos y retransmisiones en directo de los disturbios nocturnos. Durante el día, Ferguson seguía siendo un lugar tranquilo. Entrevistó a los vecinos en sus casas, en un ambiente relajado, y descubrió la ira en la comunidad por cómo la policía había dejado tirado el cadáver de Brown durante cuatro horas en medio de la carretera y cómo habían tratado a los familiares que intentaban acercarse a la escena. La reproducción del vídeo grabado en un iPhone se convirtió en un gran recurso narrativo aunque Alexandra lo eligió sobre todo porque no tenía suficiente resolución y le parecía que la baja calidad “distraía” de la historia.

6. No dupliques contenido.

No tiene sentido grabar en vídeo la misma historia que acabas de leer. “Eso no es respetar el tiempo del público. Es mejor no hacer algo que duplique y no tenga en cuenta los puntos fuertes del vídeo”. Por ello, por ejemplo, el ‘Times’ dejó de hacer la actualidad en un minuto en vídeo, que aunque con gracia era un resumen de noticias que el lector podía encontrar en la web en unos pocos segundos.

7. Haz menos vídeos, pero mejores.

Gastar recursos en piezas pequeñas con material de agencia poco original no merece la pena ni por la publicidad ni por el tráfico que puedes conseguir, ni siquiera para un departamento de 50 personas y con tanta producción diaria como este periódico. El ‘New York Times’ saca más rendimiento a sus piezas más trabajadas por conseguir patrocinadores que pagan más dinero y tráfico duradero en el tiempo. También puede así vender su contenido a televisiones, festivales o incluso aerolíneas.

8. No te obsesiones con el tiempo.

Los formatos más habituales son los de dos o tres minutos, pero también funcionan los documentales de hasta 20–30 minutos si están bien hechos. “Si la historia es buena, la gente se queda mirando”. Gracias a la costumbre de ver series en tableta o incluso móvil, la audiencia cada vez está más habituada al vídeo más largo si le cuenta algo interesante. La generación más joven es además muy visual. “Pensar que la gente sólo puede ver dos o tres minutos en móvil es ridículo”.

9. Utiliza también el vídeo para comunicarte con los lectores.

En una de las series que hizo para el ‘Washington Post’ sobre el estilo en la ciudad de Washington, justo después de la llegada al poder de Obama y cuando muchos barrios estaban cambiando, los lectores proponían visitas a las zonas más atractivas de la ciudad. Este formato facilitó la comunicación con los más jóvenes “que muchas veces no se sienten representados en el periódico”.

10. Tómate tu tiempo y tu equipo.

Para un vídeo como el de ’36 horas en Madrid’, Alexandra tardó cinco días en filmar los lugares ya elegidos y otros cinco en editar, lo más habitual en sus ritmos de trabajo. Este marzo, estaba a punto de publicar un trabajo de investigación que le ha llevado seis meses.

Por: Maria Ramires e Eduardo Suarez

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